Que pentagramas de tristeza
han sembrado en el fondo de tu
vientre,
qué semillas ocultas germinaron
en las inclementes olas que arrasaron
y cubrieron de dolor de angustia
las pupilas de mi gente
y atraparon brutalmente con sus
manos ofuscadas de castigo
sus sueños y esperanzas,
¡cuánto dolor y tristeza!
se vierte en el corazón herido de
mi patria,
y aun que ahora hayan amaneceres
que agonizan
y no haya salido la luna, al ver tanta angustia
y dolor
y el sol también haya quedado con las pupilas rotas,
tengo la certeza de que volveremos
sobre nuestras pisadas
a rescatar las huellas,
volveremos a ver la vida en todas partes
y así volar todos, juntos tomados de la mano,
como un solo cuerpo, como un solo
espíritu.
¡Perdón gente de mi pueblo!,
hoy he buscado
y no encuentro la palabra sutil
para decir todo lo que siento,
solo puedo decir que mi corazón
lamenta su dolor porque también es
mío
ahora me siento como una pequeña ráfaga
de pasado indemne
con un lento latido de vida que
se escapa, anhelando anticipar los sueños
Asoreth