lunes, 4 de abril de 2016

Una tregua






He propuesto una tregua para el viaje al infinito,
y entonces emerges danzante de la sombra en mi memoria
como un fragmento de nostalgia a través
de las ventanas nubladas de mis ojos

hay en ella, un acervo antiguo de linderos
de ciudades vacías de tus recuerdos,
pero llenas de objetos abatidos  de épocas sin memoria,
la trascendencia del  tiempo es implacable

la palabra vierte de la exploración de la grieta añeja
que llevo en mi mente y en el alma como si fuera un karma
de todas mis generaciones y duele el jadeo del aire
que pasa con fuerza acariciando mi templo

se escucha el hálito que emerge del centro de la tierra
y  tú  te quedas ahí inmóvil  en silencio como una umbría
como cuando te fuiste sin explicar nada

pero aunque tú no lo quieras te quedaste aquí en mi ser
flameando  hasta el fin de todas las eras
como bandera extranjera a pesar de ser mi estandarte 

Asoreth

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