Te miro
desde lejos rodeado de libélulas solitarias
que
aletean a la luz de las velas,
te siento
con ellas como un marinero perdido en tierras extranjeras
te evoco
y te esfumas como el viento
me engaño
imaginando que a ti también
te mata
y te rompe mi ausencia
te sueño
hablando de Iberia en las tardes de Paris
en las
que caminaríamos tomados de la mano en su lluvia
hablándome
de Alcalá mientras nace
el
solsticio en tus pupilas
y no
olvidas las góndolas de Venecia
que naufragaron sin haber nacido
Barcelona
quedó tatuada en los sueños de Gaudí
y no en los míos, y no fue posible
entregarte
el viento, ni decirte todo aquello que siento
y odio mil veces tu maldita cobardía
y ahora
para que quiero París y su lluvia
para que
Alcalá y las góndolas de Venecia, y los
palacios de Madrid,
si no te
tengo y sé que para Ti también
América quedó
prendida para siempre en el vacío infame de tu pecho.
Asoreth Becsi