Desde que partió el
ocaso y nació el alba
ha llovido agua de
mar de mis pupilas dormidas
sobre cada pétalo de
poesía que bordó mi corazón para Tí.
Y yo confusa
vacilante, necia ciega, dolida y con la herida abierta
he recorrido noctámbula
letra a letra
tu magistral y selecto verbo
Buscando el origen
de las raíces
de ese abismo de
silencio que te abraza
de esa tormenta voraz
que te arranco de mis brazos
Busco y no encuentro
la palabra sutil que debo emplear
para mover alguna
pequeña fibra de tus ser, que me cuente tus tristezas
que me diga que estas vivo, y que la esperanza aún no ha muerto
para decirte todo
aquello que nunca te dije,
dime que tierra he
de pisar para encontrarte para atar nuestros besos
a la barca de los
sueños que construimos en cada amanecer
con la sonata de la
lira, para que no naufraguen.
Asoreth
Imagen tomada de internet